Botsuana está investigando el aumento de muertes de elefantes sin causa aparente que se vienen produciendo en la región desde hace medio mes. Tras encontrarse 154 cadáveres dos semanas atrás, estos días un grupo de guardabosques han descubiero 275 más.

La primera vez que se observó este extraño suceso fue hace meses en Panhandle de Okavango, según informaron las autoridades. La caza furtiva ya ha sido descartada como posible la causa de la muerte debido a que los cuerpos estaban intactos.

«Se han seleccionado tres laboratorios en Zimbabwe, Sudáfrica y Canadá para procesar las muestras tomadas de los elefantes muertos», explicó el Ministerio de Medio Ambiente, Recursos Naturales, Conservación y Turismo a través de un comunicado.

La ONG Elefantes Sin Fronteras, una organización conservacionista, informó de que los estudios aéreos que realizaron hace algún tiempo ya mostraron que los paquidermos de diversas edades parecían estar muriendo. La asociación contabilizó 169 elefantes muertos el 25 de mayo y otros 187 el pasado 14 de junio.

«Varios elefantes vivos que observamos parecían débiles, letárgicos y demacrados. Otros parecían desorientados, con graves problemas para caminar y presentaban signos de parálisis parcial o de cojera», señaló Mike Chase, director de Elefantes Sin Fronteras. «Se observó a un paquidermo desplazándose en círculos e incapaz de cambiar de dirección pese a que otros miembros de la manada lo alentaban».

Para Chase, se necesitaban medidas urgentes para descubrir si las muertes fueron causadas por enfermedades o intoxicaciones.

La población de elefantes de África está disminuyendo desde hace algunos años. Sin embargo, Botsuana, el hogar de casi un tercio del total de los paquidermos del continente, vio crecer la suya de 80.000 a 130.000 durante la década de 1990.

Fuente: ABC