Los políticos belgas están preocupados por las amenazas húngaras de enviar inmigrantes a la capital de la Unión Europea. La Secretaria de Estado de Migración, Nicole de Moor, y el alcalde socialista de Bruselas, Philippe Close, declararon que impedirán la entrada de cualquier colectivo que llegue a la ciudad.
El Gobierno húngaro anunció su intención de desafiar a la capital europea: “Si Bruselas quiere inmigrantes ilegales, que se los quede“. Esto fue en respuesta a un reclamo de Bruselas para que Hungría deje entrar a los inmigrantes ilegales a su país.
Desde la conferencia de prensa del 6 de septiembre, donde Hungría exhibió una fila de autobuses listos para ofrecer un viaje gratuito a Bruselas para los inmigrantes, los políticos han estado comentando sobre la situación.
En una entrevista con el programa de televisión Ter Zake el 9 de septiembre, de Moor calificó la amenaza de enviar inmigrantes ilegales como “una declaración dura para sus propios seguidores” por parte del Gobierno húngaro y agregó: “No podemos descartar que lleven a cabo sus planes“.
De Moor expresó: “Espero que haya suficiente sentido común para que esto no pase a mayores. Pero si lo hicieran y enviaran autobuses a Bruselas, deberíamos actuar. Es completamente inaceptable que[el primer ministro húngaro Viktor]Orbán haga esta amenaza“.
De Moor afirmó que no estaba claro si Hungría realmente planeaba enviar los autobuses y que aún no se sabía si lo harían, pero añadió: “No permitiremos que esto suceda“. “No aceptaré que Orbán haga maniobras políticas en nuestro territorio a expensas de personas a quienes se les ha hecho una promesa falsa, dándoles un billete de ida a Bruselas desde Hungría sin más. Eso es inaceptable“.
De Moor indicó que el Gobierno belga estaba tomando la situación en serio y había contactado a la Comisión Europea para pedirle que “actuara con firmeza“. A su vez, la secretaria insistió: “Si llegan autobuses a Bélgica, los bloquearemos y los enviaremos de vuelta. No podemos permitirnos ser extorsionados y chantajeados con este tipo de juegos políticos”.
La funcionaria comparó el comportamiento de Hungría con el de Rusia, que envía a los inmigrantes ilegales a las fronteras de la Unión Europea. “No podemos aceptar esto. Para manejar la inmigración necesitamos más cooperación europea, no una política de cada uno por su cuenta, como la que promueve Hungría, que actúa como un matón“.
De Moor afirmó que los planes amenazantes violaban el Reglamento de Dublín. “Si Hungría realmente lleva a cabo estos planes, significaría que los inmigrantes cruzarían ilegalmente el territorio de otros estados miembros para finalmente llegar ilegalmente a Bélgica“.
El Reglamento de Dublín es un acuerdo entre los países de la UE, Islandia, Suiza, Liechtenstein y Noruega. La solicitud de asilo de cada solicitante solo será considerada en uno de los países participantes en la cooperación.
El alcalde socialista de Bruselas, Philippe Close, calificó la amenaza húngara como “una pura provocación“. Close indicó a los medios belgas que ya había enviado una carta a la embajada húngara y añadió: “Debemos reaccionar con firmeza. Una vez más, nos enfrentamos a la provocación de un país que se beneficia de las subvenciones de la UE y de Bélgica, pero que no comprende que la UE es solidaridad entre países y no una provocación continua“.
El presidente del Partido Liberal Valón, Georges-Louis Bouchez, apoyó a Hungría y dejó en evidencia la estupidez de los políticos de izquierda pro inmigración ilegal:
“¿No son ustedes los que quieren recibir a todos los inmigrantes con su gran generosidad? Hungría tiene razón al mostrar a esta izquierda moralista las consecuencias reales de sus políticas. Rechazan la deportación de inmigrantes ilegales ¿Y luego se quejan? ¡Qué indignidad!“, dijo.
Bouchez retuiteó un mensaje criticando duramente al alcalde socialista de Bruselas: “Cuando un partido de la UEFA tiene que celebrarse en Hungría porque no se atreven a organizarlo en su propio territorio en vísperas de las elecciones locales, después de tantos incidentes de manifestaciones pro palestinas en su zona policial sin consecuencias, la decencia dictaría mantener un perfil bajo. Pero no es así”.
Fuente: Derecha Diario