Este miércoles 2 de octubre, y tras rechazar un aumento de los salarios docentes propuesto por el Gobierno de Javier Milei, los sectores de izquierda de la comunidad universitaria se movilizaron nuevamente en una marcha bajo la excusa de «defender de la educación pública».
En este contexto, la expresidente y condenada por corrupción, Cristina Kirchner, se pronunció en el Instituto Patria, dejando un mensaje en el contexto de su marcha nacional universitaria.
«Esa es la universidad pública. El ascenso social que nos permitió ser una Argentina diferente… otrora. Pero que vamos a volver a conquistar«, anticipó la corrupta, responsable de la actual crisis económica que destruyó los salarios reales.
La exmandataria llegó al Instituto Patria, ubicado a pocos metros del Congreso, alrededor de las 15:30. Allí, se instaló una posta sanitaria para atender a cualquier manifestante que requiriera asistencia médica.
Más tarde, en una entrevista con su medio C5N, resaltó la importancia y el impacto de la universidad pública en la sociedad argentina.
«Para toda la gente como yo que es hija y tributaria de la universidad pública, nacional y gratuita. Mi viejo era trabajador, después fue comerciante, pero muy laburante. Mi mamá también. Y tuvo una hija abogada, otra médica«, expresó la condenada por corrupción.
«Esa es la universidad pública. El ascenso social que nos permitió ser una Argentina diferente, pero que vamos a volver a conquistar«, afirmó.
El motivo detrás de esta movilización no es la exigencia de un mayor presupuesto para las universidades, sino que es el fuerte componente político que subyace a los reclamos.
Si bien los documentos oficiales evitaron mencionar directamente al presidente Javier Milei y a los funcionarios involucrados, el mensaje es claro: tanto la izquierda, como también el kirchnerismo y el radicalismo, se unieron en esta maniobra para debilitar al gobierno.
Dirigentes de La Cámpora, la CGT, la CTA y otros movimientos opositores, que tienen poco que ver con la universidad, participaron activamente en la marcha, utilizando a los estudiantes como una herramienta de presión y extorsión política.
Desde el Gobierno, funcionarios como el subsecretario de Políticas Universitarias, Alejandro Álvarez, señalaron que detrás de estos reclamos legítimos se esconde una estrategia opositora para golpear al Ejecutivo.
«La política metió la cola«, declaró Álvarez, quien sostiene que ciertos sectores utilizan la marcha para desestabilizar y debilitar la gestión de Milei, buscando capitalizar políticamente el malestar en las universidades.
Fuente: Derecha Diario