Una de las molestias que puede afectar a más del 50% de los hombres mayores de 50 años en algún momento de su vida es la Hiperplasia Benigna de Próstata (HBP), un agrandamiento benigno de la próstata que genera una obstrucción a la salida de orina de la vejiga.

La HBP es el principal motivo de consulta urológica en hombres mayores de 50 años y se estima que la práctica totalidad de los varones mayores de 80 años padece esta enfermedad.

Esta situación provoca un deterioro en la calidad miccional del varón, ya que puede provocar dolor o dificultad a la hora de iniciar la micción, o tener un incremento de la frecuencia urinaria. Puede ocasionar al paciente la necesidad de miccionar entre 7 u 8 veces cada noche, lo cual produce evidentes alteraciones de sueño y afecta significativamente a su calidad de vida.

En estos casos, el varón que presente esta sintomatología debe acudir a un urólogo para evitar complicaciones que puedan agravar la situación, como infecciones de orina, retención aguda o crónica de orina, hematuria o sangrado, formación de piedras en la vejiga e, incluso, daños irreversibles en la vejiga y los riñones. El especialista podrá realizar un diagnóstico y procurar el tratamiento más adecuado.

A partir de una valoración médica, lo previsible es que el facultativo recomiende eliminar la causa que ha generado estas molestias, que es un tejido adenomatoso que ha ido creciendo durante la vida del paciente y que empieza a provocar molestias a partir de los 50 años.

Para ello disponemos de Aquabeam, un sistema robotizado que corrige la Hiperplasia Benigna de Próstata de forma precisa, casi inmediata y preservando la función sexual.

Aquablación, una revolución rápida y eficaz

«La aquablación es una terapia mínimamente invasiva, segura y eficaz para la hiperplasia benigna de próstata, independiente del tamaño y la forma de la próstata, con la que se obtienen resultados funcionales excelentes en términos de micción, con mejoría rápida de los síntomas urinarios y una rápida recuperación y reincorporación a la vida cotidiana.

De hecho, se suele requerir una hospitalización muy corta (media de 24-48 horas) recibiendo el paciente el alta médica sin sonda vesical y la preservación total de la función sexual, siendo la técnica quirúrgica que conserva en un mayor porcentaje la eyaculación de los pacientes», señala el Dr. Javier Romero-Otero, director del Departamento de Urología de HM Hospitales en Madrid y director médico de ROC Clinic.

La aquablación es un proceso quirúrgico en el que, a través de un control ecográfico y cistoscópico continuo, el cirujano puede planificar de forma personalizada el tratamiento y evalúa, con la máxima precisión, el volumen de tejido que el robot debe eliminar.

Las imágenes ecográficas y citoscópicas proporcionan una visión completa y multidimensional de toda la próstata en tiempo real, lo que permite crear un mapa quirúrgico de las zonas que debe extirpar y las que debe evitar. Dado que cada próstata es única en tamaño y forma, el mapa puede personalizarse y adaptarse a la anatomía de cada paciente. Una vez integrados todos los parámetros, el robot lleva a cabo el procedimiento de forma precisa por vía transuretral en un periodo de tiempo de entre 3 y 6 minutos, sin necesidad de realizar ninguna incisión quirúrgica.

La destrucción del tejido prostático se lleva a cabo mediante un jet pulsado de suero fisiológico (agua y cloruro de sodio) a muy alta velocidad, a temperatura ambiente y con una presión elevada que logra solucionar la HBP sin importar el tamaño y la forma prostática.

La intervención con el sistema robotizado Aquabeam produce un gran alivio de los síntomas a largo plazo con unas bajas tasas de complicaciones como incontinencia, disfunción eréctil o disfunción eyaculatoria. «Al tratarse de un procedimiento totalmente robotizado, permite una gran precisión, lo cual minimiza el error humano, al mismo tiempo que las estructuras anatómicas responsables de la función eréctil y de la continencia urinaria son preservadas», indica el Dr. Romero-Otero.

Esta técnica quirúrgica mantiene las mejores tasas de preservación, consiguiendo conservar la eyaculación anterógrada en 9 de cada 10 casos. «En los estudios clínicos, la mayoría de los pacientes mantuvo la función eréctil y sin incontinencia urinaria», añade.

Alta tecnología del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT)

El dispositivo robótico Aquabeam ha sido diseñado por ingenieros electrónicos formados en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y con amplia experiencia en proyectos de Urología y en el área del tratamiento de la Hiperplasia Benigna de Próstata.

Esta técnica posee la precisión de la cirugía robótica y las ventajas del uso del agua como fuente de energía, mientras que conserva la continencia urinaria, la función sexual y preserva la eyaculación en 9 de cada 10 pacientes que se somete al tratamiento.

Una de las ventajas de la utilización de Aquabeam es que minimiza cualquier hipotético error humano al tiempo que preserva las estructuras anatómicas responsables de la función eréctil y de la continencia urinaria, gracias a su exactitud milimétrica. De esta forma, se consiguen resultados funcionales que proporcionan una mejoría rápida de los síntomas urinarios y pronta recuperación y reincorporación a la vida cotidiana.

Además, esta tecnología está respaldada por un sólido conjunto de datos clínicos que incluyen un ensayo aleatorizado controlado frente a la cirugía clásica de resección transuretral de próstata (RTU).

Fuente: ABC