Después de un mes de uso del reloj inteliente Amazfit GTR 3 Pro el resultado nos ha dejado algo sorprendidos. Y no, la marca no tiene nada que ver con Amazon ni es una segunda marca de Xiaomi, como ya he escuchado en este tiempo mientras probaba el reloj, sino Zepp. Se trata de la versión más potente de la serie GT 3, los otros dos modelos que la conforman son GTR 3 y GTS 3.

El exterior es una caja de aluminio muy ligera de tan sólo 32 gramos, y de proporciones bastante contenidas, siendo adecuado para muñecas pequeñas. El panel AMOLED de 1,45 pulgadas da una resolución de 480×480 píxeles. El cristal templado ha aguantado perfectamente sin huellas, y lo más importante, sin marca alguna de uso.

La pantalla supone alrededor del 70% del marco del reloj, lo normal en los relojes inteligentes, por lo que no molesta. De hecho, esta parece mucho más grande de lo que realmente es. El brillo es automático, lo que permite ahorrar batería y no requiere de configuración extra.

El diseño no deja de ser muy discreto, o por decirlo de otra manera, parco, no tiene ningún tipo de adorno, además de la pantalla ligeramente curvada. La correa de silicona es cómoda, también sencilla, pero de buena calidad. De todas maneras, es fácil sustituirla por cualquier otra.

Tal y como pasa con la mayoría de los relojes inteligentes, aunque puedan registrar tu estado de sueño, son incapaces de mantener la pantalla apagada durante la noche. Cualquier giro de muñeca hará que se encienda el panel y te despierte, por lo que es muy recomendable activar el modo 'no molestar' cuando te vas a la cama.

Casi sin 'apps' disponibles

Los dos botones laterales y la corona sirven tanto para lanzar las aplicaciones como para iniciar el ejercicio. El punto débil de Amazfit está en su sistema operativo, Zepp OS. No es que no sea ágil e intuitivo, sino que las aplicaciones de terceros brillan por su ausencia. Nos permitirá conectar algunas 'apps' a través del móvil, como Strava y Spotify, pero poco más.

La capacidad de almacenamiento, por otro lado, es realmente mínima. Se queda por debajo de los 2,3 gigabytes, destinados a almacenar música o cualquier tipo de audio. Podremos encontrar diez aplicaciones sencillas en su tienda, como una contadora de calorías, home connect para controlar electrodomésticos o una calculadora. El reloj también lleva preinstaladas algunas, como los sensores de oxígeno en sangre, temperatura y frecuencia cardiaca, brújula, barómetro y un largo etcétera. El asistente que podemos conectar es Alexa.

El no usar Android tiene una segunda derivada, los mensajes. El dispositivo permite ver simplemente las notificaciones, pero no los mensajes completos, por lo que no se reproducirá ningún archivo multimedia, ni los emoticonos y, por supuesto, no se podrá contestar desde el reloj.

Gran autonomía y bueno para el deporte

El sistema operativo proporciona, no obstante, una de las grandes ventajas del Amazfit GTR 3 Pro: la autonomía. Sin aplicaciones corriendo en segundo plano, la duración de la batería es de las mejores que hemos visto. Incluso con un uso intenso, con más de una hora diaria de ejercicio en el exterior, la duración puede llegar tranquilamente a la semana. Algo difícilmente superable.

Respecto al seguimiento, el dispositivo permite monitorizar hasta 150 actividades, y los resultados son tan buenos como en los relojes deportivos tipo Garmin Fenix, con cifras TE aeróbica y anaeróbica muy precisas, además de tener su propia puntuación o métrica PAI. Los resultados no son los mismos que obtendríamos con los dispositivos más punteros, pero ningún reloj inteligente arroja resultados completamente precisos. Las rutas y las posiciones GPS son correctas, similares a los que logramos con otros medidores deportivos. Además, cuenta con altavoz para funcionar como manos libres. Te puede salvar en un apuro, pero la calidad no es la suficiente como para depender de él. Respecto al precio, se queda en 199,90 euros.

Fuente: ABC