WhatsApp, Facebook e Instagram estuvieron ayer caídos durante varias horas. En España, los servicios comenzaron a verse afectados sobre las 17.30 horas de la tarde.

Todo ello hizo que millones de usuarios en todo el mundo no pudieran acceder a estas redes sociales hasta pasadas unas horas.

Las consecuencias han sido letales para Mark Zuckerberg, el presidente de la compañía, que ha perdido en torno a los 6.000 millones de dólares. Asimismo, también cayó en la bolsa de Nueva York casi un 5% hasta los 326,23 dólares.

Los motivos de la caída de WhatsApp y Facebook

Los fallos de las aplicaciones comenzaron sobre las 17.30 horas en todo el mundo. Ayer por la noche, Facebook publicó un comunicado en el que explicó lo que había pasado.

La empresa de Zuckerberg confirmó que los fallos se debieron a unos cambios «defectuosos» en los servidores, que impedían al acceso de los usuarios a las aplicaciones que administra Facebook, como son WhatsApp, Instagram y Messenger.

En declaraciones a ABC, el informático independiente Jorge J. Ramos explica que el fallo se debe a «un error humano» que suele ser común al realizar una actualización. Lo que no ocurre tanto es en una empresa grande como Facebook.

En un principio se pensó que la caída se debía a un problema con el sistema DNS, que es el que se encarga de traducir los los nombres de los dominios para que podamos acceder a su interior.

Horas más tarde se ha sabido que el principal culpable es el encrutamiento de una herramienta, la del Protocolo de Pasarela de Frontera (BGP), que es el que se encarga de llevar de forma más fácil a la dirección IP.

No es la primera vez que se caen estas aplicaciones a nivel mundial o local. Lo que sí llamó la atención fue el tiempo de duración que tardó la plataforma en volver, que llevó a algo más de siete horas. Si bien, para tranquilidad de los usuarios, la red social dijo que los datos no se vieron comprometidos durante la inactividad de estas plataformas.

Además, también fallaron los servidores internos de la compañía, que impedían a los trabajadores acceder a los servicios de comunicación interna, por lo que les impedía recibir correos electrónicos externos. También hubo problemas para acceder a sus puestos de trabajo.

 

 

 

Fuente: ABC