Merkel apura sus últimas semanas de legislatura tratando de dejar lo mejor atados posibles los asuntos exteriores. Después de su visita a Washington, vuela hoy hacia Moscú para la que será su última reunión con Vladimir Putin en la capital rusa. Antes de que el avión despegue de Berlín, el presidente ucraniano Volodymyr Selenskyj, visiblemente molesto, le ha reprochado el tono y el contenido de este viaje oficial.

La canciller alemana está «interesada en un diálogo saludable, sí, incluso cordial, con Rusia», ha dicho con ironía en una entrevista con el grupo de medios Funke. «Merkel quiere matar dos pájaros de un tiro, pero los pájaros siguen alejándose más, la distancia entre ellos aumenta. No logrará su objetivo». En su opinión, Alemania no puede servir al mismo tiempo a los intereses de Occidente y a sus propios intereses en las relaciones bilaterales con Rusia y critica que la posición alemana sea cada día más tibia tibia en el caso Navalny.

Merkel ha admitido que hay aún varios puntos a resolver en torno al gasoducto, del que recelan tanto Ucrania como también algunos socios de la Unión Europea, como Polonia y los países bálticos, por considerar que aumenta la dependencia energética de Alemania hacia Rusia. La canciller ha defendido siempre la necesidad de mantener el diálogo con Moscú, incluso en los momentos de mayor tensión bilateral o multilateral, a tenor del papel estratégico de Rusia en los grandes conflictos internacionales sea Siria, como Afganistán. Y mantiene esa posición a pesar del aumento de la tensión militar.

Putin es «irracional»

En vista de los movimientos de tropas rusas cerca de la frontera con Ucrania, la OTAN está advirtiendo a Moscú contra una mayor escalada de la situación y Selenskyj subraya que Putin es «irracional», por lo que el diálogo con él no tiene sentido. Cuando se trata de Ucrania, «es a veces incluso muy emocional». Selenskyj, acusa a Rusia de intentar «bloquear el Mar Negro y el Mar de Azov» y confiesa abiertamente que espera que el proyecto del gasoducto entre Rusia y Alemania Nord Stream 2 fracase. Nord Stream 2 es «un arma» que Moscú puede utilizar para reducir el suministro de gas y hacer subir los precios en cualquier momento. «Incluso cuando el oleoducto esté terminado, todavía hay un gran interrogante en cuanto a si puede entrar en funcionamiento», señala.

La puesta en servicio después de la finalización llevará tiempo porque «se debe seguir el derecho internacional, se deben observar las normas internacionales de energía y usaremos el tiempo para defender nuestros propios intereses». El presidente ucraniano confía en la reunión que el próximo 30 de agosto mantendrá con Joe Biden en EE.UU.: «Nuestras posibilidades de que el proyecto no se implemente después de todo son del 30% al 40%».

«Alemania debería ayudarnos a equipar la Armada de Ucrania», sugiere, en lugar de estrechar lazos con Putin: «Estamos un poco tristes porque no estamos recibiendo el mismo apoyo de los partidos gobernantes en Alemania». Selenskyj ha declarado en su país que quiere construir una flota «profesional y poderosa» para 2035, tan fuerte como para poder «rechazar a todos los enemigos». Merkel se reunirá con Selensky en Kiev el domingo, después de visitar a Putin, y escuchará seguramente peticiones de apoyo para este proyecto.

Fuente: ABC